OPINIÓN | Un ‘son’ sin rebalaje
Un ‘son’ sin rebalaje. El ‘quiero y no puedo’ de un grupo que a base de fijar su mirada en Torre del Mar sigue a rebufo de un Jesús Atencia que marca el pulso de lo que pasa bueno en el municipio. Desde tiempos insondables, Torre del Mar tenía que esperar a su ‘agosto cultural’ para poder tener algo de contenido en su Paseo Marítimo. Hoy, esa ridiculez de antaño se ha convertido en el referente comarcal de cuantos espectáculos se ofrecen en la Axarquía. Porque ‘Al son del rebalaje’ no es sólo un relleno cultural para las noches de verano. Es una explosión de color, sonidos y espectáculo para un pueblo que en materia turística está tirando el carro comarcal. Y eso que aquí, en la Axarquía, hay mucho y bueno. Pero de momento nada comparable a lo que ofrece el pueblo torreño. ‘Al son del rebalaje’ la gente llega dos horas antes, toma asiento, discute por las sillas y no quiere perderse nada de lo que el espectàculo ofrezca de 10 a 12. Ya sea flamenco, humor, teatro o jazz, las más de 400 butacas junto al mar quedan cubiertas. También los espacios de pie, los de atrás, los de adelante y cualquier hueco se cubre para no quedar fuera del espectáculo. A lo tonto, pues son más de medio centenar de media, miles por semana y decenas de miles pasado el verano y sus más de cincuenta actuaciones previstas. Pues bien. En vez de aprovechar ese tirón de gente, Vélez decide hacer otro ‘son’, sin rebalaje, para cubrir una necesidad que sólo han visto unos cuantos y que no deja de ser una mala copia de lo que se ve cada verano en Torre del Mar. ¿Han preguntado a Atencia si ve bien la idea de ‘copiar’ la actividad? Lo mismo le podría haber recomendado hacer algo ‘alternativo’ y que complementara a lo que ya se hace en un sitio. O lo mismo, quien sabe, le hubiera recomendado hacer del verano veleño, o de ciertos días a la semana, ‘Noches en blanco’ como las del pasado sábado. A mí me pega más ver a la ‘cochinita’ subiendo turistas para oír conciertos en la Plaza de la Constitución, haciendo recorridos teatralizados por el casco histórico y los museos e iglesias abiertos para lucir su interior.
Pero no. Una vez más, se piensa en el municipio como un todo fragmentado. Un sitio, como decía Rajoy, donde pasan cosas. Y sí. Pero algunos se empeñan en que pasen en diferentes lugares, las mismas o similares, pero nunca complementándolas. Ya saben que en Semana Santa, Jesús Atencia ideó llevarse dos tronos a Torre del Mar para dar a conocer esa magnífica cultura cofrade de Vélez-Málaga. Ganaron todos. Torre del Mar en contenido y la capital axárquica en visitantes. Torpe hubiera sido querer ‘imitar’ a Vélez en sus procesiones. Ingenio, señoras y señores. Se llama ingenio, y no precisamente el que algunos ponen para el Centro Comercial, sino del otro, del de darle al ‘coco’. Parece irreal que siendo un mismo municipio, Vélez quiera ver lo contrario y se den ahora menos cuenta que en Torre del Mar. ¡Quién lo iba a decir! Claro, pero hacer eso que decimos conlleva una organización, empeño, constancia y ganas de trabajar. Además requiere de una dirección firme que mantenga horarios y coordine cada estancia para dinamizar la economía de la capital axárquica, tan maltrecha en los meses de verano. Muchas cosas que requieren sobre todo el tiempo de las personas. Trabajar más por lo mismo. Sí, eso que llevanos viendo hacer a Atencia desde 2015. Y ahí sigue el ‘tío’, con sus calles limpias, sus proyectos cumplidos y su pueblo cargado de actividades. A eso me refiero.
