El tranvía de Vélez-Málaga gana la partida al PP y volverá a ponerse en marcha

El tranvía de Vélez-Málaga, último capricho de Antonio Souviron como alcalde de Vélez-Málaga hace ya más de una década, volverá a rodar por el municipio.

Un medio de transporte que paralizó el Partido Popular en su legislatura (2011-2015) al frente del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, y que recuperará el sonido de la maquinaria sobre los raíles, su puntualidad, sostenibilidad y accesibidad.

Su fracaso fue político. Dos gestiones nefastas que Souviron y Bonilla, ambos representantes de etapas agrias para el municipio, y que a pesar de ellos mantienen intactas sus aspiraciones políticas. Al menos hasta el pasado 2019 y de momento, leyendo entre líneas, podrían seguir luchando por un sitio en 2023.

Mientras, una de las mayores inversiones (y también fracaso) de Vélez-Málaga, sigue parado. El frenazo lo dio Bonilla (que contaba en su Gobierno ya con el actual presidente, Jesús Lupiáñez). Sus intenciones eran claras y lo que era un transporte limpio y no contaminante terminó siendo un montón de chatarra tirado y despreciado.

Una sinrazón política al que se quiere poner fin, recuperando la cordura de una instalación que no se puede tirar a la basura y que se pondrá en marcha tras confirmarse los 3,7 millones de euros para volver a poner en servicio el tranvía, al menos la primera fase.

La inversión llega del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por el Gobierno de España y financiados por los Fondos Europeos Next Generation.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha aprobado solicitudes de 7 municipios de la provincia, como anunció este miércoles el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, siendo la de la capital axárquica la más llamativa ya que podría permitir la recuperación de este servicio paralizado desde junio de 2012.